«¿Acaso estás preguntando de qué color es el caballo blanco de Santiago? Limona, ¿tanto has dorado tu cuerpo de escándalo este verano al sol que se te han frito las pocas neuronitas que tenías y nos has puesto una Culturiosidad de chiste?». No, queridos, no es así. Lo del cuerpo escultural sí, pero no nos distraigamos.
La respuesta obvia sería «¡Pardiez, en Woodstock!». Pero como la vida nos demuestra una vez más, obvio no significa acertado. El archiconocido festival de la paz, el amor, el rock and roll, el sexo loco y otras mil cosas bonitas toma su nombre del pueblo en el que estaba previsto que se celebrase. Pero los vecinos de tal localidad, que no eran muy el alma de la fiesta sino más bien del género rancio, se opusieron firmemente a que una panda de hippies melenudos con banderas de arcoiris invadieran su casto y moralmente recto terruño, por lo que los organizadores tuvieron que buscar una alternativa.
La solución la hallaron a 69 km de Woodstock, en otro condado del estado de Nueva York, en una granja y sus terrenos situados en Bethel, propiedad de un granjero (lógico) llamado Max Yasgur. El bueno de Max no esperaba que el festival durara tanto (inicialmente previsto del 15 al 17 de agosto, se alargó hasta la madrugada del 18) y, probablemente mucho menos, que acudiera en torno al medio millón de personas. Pero por lo que se deduce de su discurso allí, no debió molestarle demasiado:
«I don’t know how to speak to twenty people at one time, let alone a crowd like this. But I think you people have proven something to the world — not only to the Town of Bethel, or Sullivan County, or New York State; you’ve proven something to the world. This is the largest group of people ever assembled in one place. We have had no idea that there would be this size group, and because of that you’ve had quite a few inconveniences as far as water, food, and so forth. Your producers have done a mammoth job to see that you’re taken care of… they’d enjoy a vote of thanks. But above that, the important thing that you’ve proven to the world is that a half a million kids — and I call you kids because I have children that are older than you are — a half million young people can get together and have three days of fun and music and have nothing but fun and music, and I – God Bless You for it!»
Y es que si hoy en día me prometieran un festival como aquél, una que tiene tierras (en Murcia) no dudaría en cederlas para un acontecimientos histórico como aquél, con amor libre, bucles ondeando al viento y música, música de verdad.
Las que ni fueron a Woodstock pero han tenido el honor de estrenar la temporada han sido las geniales @khiranamislati y @zorrainutil. ¡Paz y amor!
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