lunes, 31 de marzo de 2014

#Culturiosidad27

¿Cuál es el origen del término sibarita?


Definamos primero que es una persona sibarita. Si vuestro concepto de agradable velada consiste en un 3x2 del Telepizza regado con unos litros de cerveza adquiridos en el chino del barrio y acompañado de postre por un McFlurry en el bajo de unos amigos, probablemente seáis jóvenes, campechanos y, por qué no decirlo, pobres, pero no sibaritas. Si por el contrario, gustáiss de tomar tapas de jamón Cinco Jotas junto a una copa del mejor vino mientras leéis una novela de Pérez-Reverte en una terraza que domina todo el puerto de Mónaco, lo que en mi pueblo se conoce como ser de hocico fino, probablemente sí estemos ante auténticos sibaritas. Pero, ¿de dónde viene esa palabra?
Tenemos que remontarnos al siglo VII a.C., donde una joven ciudad en el sur de Italia, fundada por colonos griegos, pasó de una economía de pastoreo a tener uno de los puertos más lucrativos comercialmente en la época. Así es como los habitantes de Sibaris, que así se llamaba ese núcleo de lujos, se enriquecieron y, como dice mi abuelo, se volvieron señoritos. Qué fácil es acostumbrarse a lo bueno y qué poco tardaron los sibaritas en darse a la vida sosegada, a la ostentación y al confort.
Para evitar ser perturbados por los ruidos, no tenían dentro de la ciudad ni herreros ni carpinteros (ni, por supuesto, a tu vecino el del taladro en la hora de la siesta). Por lo mismo, tampoco permitían gallos. No iban a Olimpia a ver los juegos porque les pillaba muy lejos y ponte ahora las sandalias, coge el hatillo y empieza a andar... quita, quita. Así que celebraban simultáneamente sus propias "olimpiadas" ofreciendo cuantiosos premios para conseguir cautivar a los atletas... Como otras ciudades de su entorno, fue un centro multicultural en el que florecieron disciplinas como la literatura, el arte y la arquitectura. Y no creáis que eran cuatro gatos: la ciudad llegó a tener hasta 300.000 habitantes que, si ya son muchos ahora, imaginad en la época.

¡Hoy recupera su culturioso trono (semi)perdido @laratamarilla!

domingo, 30 de marzo de 2014

#Culturiosidad25

¿Qué anécdota curiosa sucedió en un concurso de imitadores de Charlie Chaplin?


Eran los inicios del siglo XX. El gran susto que se llevaron los primeros espectadores de cine al ver un tren dirigirse a toda velocidad hacia ellos hacía años que había pasado; ya la gente se había habituado a lo del Séptimo Arte y las estrellas del mismo empezaban a alcanzar gran notoriedad. Corrían estos tiempos cuando el polifacético actor, director, guionista, escritor y, probablemente, buen vecino, Charlie Chaplin, se convirtió en uno de los personajes más relevantes de la época. Su personaje más famoso, Charlot, era imitado en cada rincón de la geografía por multitud de personas que se ganaban la vida así en circos y representaciones. Y tanto triunfó la cosa que llegaron a crear en Estados Unidos un concurso nacional de imitadores de su alter-ego Charlot.
Quiso el destino, que siempre ha tenido su guasa, que durante un viaje a San Francisco Chaplin, que también tenía la suya, se enterase de uno de esos concursos y —por las risas— decidiera participar él mismo.
Lo que no debió esperarse es que, no sólo no ganó sino que ni siquiera pasó la primera ronda y, de hecho, recibió una de las peores calificaciones. Al parecer el jurado consideró que Chaplin no era lo suficientemente bueno haciendo de Chaplin. Gente con ojo.

¡Las más rápidas de la noche han sido las inimitables @PiolinaColt y @khiranamislati!

lunes, 24 de marzo de 2014

#Culturiosidad26

Según Cynthia Plaster Caster, ¿cuál era la estrella mejor dotada del mundo del rock?


Hay gente que se entretiene construyendo maquetas de barcos de madera; otros, a coleccionar dedales del mundo; algunos hasta pasan el rato viendo Tele5; y luego está a quien le da por hacer moldes de yeso de los penes de las estrellas del rock de su época. La típica amiga tímida y un poco rara, que parece que no pero sí, también es un poco golfilla. Esto es lo que debía ser Cynthia Albritton para sus amigas. Sólo que en vez de cogerse una curda como un piano, subirse a la barra de bar semidesnuda y liarse con tres o cuatro mozos del pueblo una noche por sorpresa -lo habitual en estos casos-, a ella le dio por moldear falos famosos. Ya sabéis, el típico saco de yeso que tenéis en el trastero de casa y no sabéis que uso darle.
Por sus hábiles manos pasaron los atributos de Wayne Kramer, Edie Brigati, Ricky Fataar o Noel Redding. El primero de su lista de rockeros (cronológica y tamañísticamente) fue el de el gran (y tan gran...) Jimi Hendrix, que al parecer se sujetaba la guitarra con la correa sólo porque quería. Fue tan sencillo como perseguir su limusina con unas amigas y abordarlo en la puerta del hotel para contarle su propósito. Jimi simplemente contestó: "Ouh, yeah! He oído hablar de ti a través del cosmos... ¡Subid a mi habitación!" Mientras ella preparaba la mezcla de yeso en el baño, una de sus amigas preparaba a Hendrix para ser inmortalizado. Amiga que, por cierto, se quedó un rato mirando aquéllo pensando que pequeño se iba a quedar el diámetro de su boca... Sin entrar demasiado en detalles, debido a que era uno de los primeros moldes que hacía, no lubricó debidamente el vello púbico, que se pegó al molde, el cual que tuvieron que retirar con mucho cuidado y casi pelo a pelo para no hacerle demasiado daño, aunque Cynthia dijo en una entrevista que Jimi fue muy paciente. Una joya de hombre: buen músico, considerado, guapo y...  

¡Una noche más, la ganadora la fabulosa @khiranamislati!

martes, 11 de marzo de 2014

#12: ¿Ser el nuevo o muerte?

¿Te acuerdas de tu primer día de colegio, o de instituto, universidad, curso de pintura? Llegabas sin saber muy bien dónde, reconocías en las caras que te rodeaban el reflejo de la tuya, con esos ojillos de Bambi perdido en el bosque y esa expresión de "Sólo sé que no sé nada. Y quiero que venga mi mamá". Todo eran nervios y anticipación, taquicardia e inexperiencia. Pero no estabas solo, porque los demás, tus futuros compañeros, estaban igual. Se creaba el vínculo, la Comunidad del Pardillo y dos minutos después ya tenías tres amigos nuevos que también habían ido al despacho equivocado a entregar el impreso equivocado con los datos equivocados. Te sentías idiota pero gozabas de la reconfortante sensación de estar acompañado en tu idiotez. Y a su manera, era genial.

Sin embargo, la cosa cambia Y MUCHO, cuando tú eres el único pardillo del lugar, cuando no hay Comunidad porque el cervatillo asustado eres tú y solamente tú. Cuando llegas a un sitio y eres El Nuevo. Ahora ya no te ampara la tranquilidad de que hay más personas inexpertas y muertas de miedo a tu alrededor. Ya no puedes mirar a alguien en igualdad de condiciones y decir "¿Qué? ¿Tú también la has liado? ¡Jaja!" porque nadie se reirá si lo dices. Porque eres El Nuevo, quién coño te has creído. A su manera, ya no es genial. En absoluto.

Para empezar. llegas queriendo ser invisible. Si pudieras, hasta dejarías de respirar para no hacer mucho ruido (pero no lo haces, claro, por lo de vivir y eso). En cierto modo, tu deseo se cumple, porque al principio la gente va a pasar de tu cara y vas a recibir el mismo nivel de atención que un geranio: te miraran de vez en cuando para comprobar que no has muerto. Que por ti estupendo, que tú estás en tu rincón oscuro, sin molestar a nadie, contando los segundos para salir por la puerta y echar a correr hasta llegar a casa y taparte la cabeza con el edredón, suplicando que sea viernes. Pero en algún momento, alguien intentará interactuar contigo. Lo cual tiene cierta lógica, ya que te han contratado o estás en clase o has asistido al curso de pintura. Entonces tú, levantando sólo un poquito tu capa de invisibilidad, respondes con voz muy bajita y educada, educadísima. Por favor, gracias, perdón, disculpe. Perdón. Perdón. Pides mucho perdón, prácticamente te disculpas por tu presencia o, incluso, por tu existencia. Yo no quería nacer y venirles a incordiar, pero mis padres se empeñaron...

Lo peor es que además de dirigirse a tí, la gente espera que tú hagas algo. Haz este informe, realiza este inventario, responde a esta pregunta. ¡JA! ¡Como si pudieras hablar! Lo único que sabes es que te meas y que no sabes dónde está el aseo y que no quieres preguntar porque para eso tendrías que hablar y tú no puedes prácticamente hablar porque te meas. Y dónde está tu mamá. Así que ahí estás, cagado de miedo, casi meado encima, con sudores fríos, haciendo un informe que nadie te ha explicado cómo hacer y que tú no te atreves a preguntar cómo se hacen, preguntándote por qué narices pasa tan despacio el tiempo y por qué no, por ejemplo, aparece un ejército de marcianos en tu oficina o tu clase y entre el fuego, la muerte y la destrucción, puedes escabullirte para ponerte a salvo bajo el edredón.

Tarde o temprano, al parecer le das pena a alguien y un compañero te pregunta "¿Te vienes a tomar algo?" y tú que tenías planeado sacar tu tupper y pasar el descanso en soledad mientras gruesas lágrimas de autocompasión resbalan como brillantes perlas sobre cada cucharada de lentejas descongeladas dices que sí, por integrarte. Entonces empiezan a hablar entre ellos sin hacerte mucho caso (que la cuota de conciencia social ya la han cumplido con invitarte) de sus cosas y a tener conversaciones del estilo "¿Fuiste ayer a eso?" "No, porque Carlos tuvo que sacar a la perra, que desde que pasó aquéllo no se fía" mientras tú te preguntas qué será eso y aquéllo o quién coño es Carlos y de quién es la perra.

Al volver haces una excursión al baño, que te atreviste a preguntar dónde estaba durante la comida, y ya que echas el viaje aprovechas para llorar un rato abrazado a tus rodillas mientras te balanceas sobre la taza del váter. Ya queda menos para el viernes, ya queda menos para el viernes...

Pero un día, sin que prácticamente te hayas dado cuenta de cómo ha ocurrido, sabes que Carlos es el novio de María, que eso era un curso al que además también van Jorge, Paula y Juan y que aquéllo es el virus del estómago que pilló la perrita de Carlos, que le puso el piso perdido: sabes muchas cosas más, porque ahora formas parte de ellas. Y, mientras sales a tomarte unas cañas con tus compañeros, acabas explicándole dónde está el baño a una persona en la que no te fijas demasiado. Será el nuevo, supongo.

lunes, 10 de marzo de 2014

#Culturiosidad24

¿Cuándo fue el día que la música murió?



Lo sé, yo también lo pensé la primera vez que escuché esa expresión: el día que la música murió debió ser aquél en el que consideraron que Alejandro Sanz podía grabar un disco. O ése en el que alguien creyó buena idea dejar a Ramoncín versionar a Nirvana. O aquél otro en el que Justin Bieber se convirtió en cantante tras su primera menstruación. La verdad es que la música lleva ya algunas décadas sufriendo puñaladas de las que cada ocasión sale más maltrecha la pobre y cada vez cuesta más encontrar en la actualidad música que te haga sentir como la de antes A long, long time ago, I can still remember how that music used to make me smile. Pero no hablo de eso (no puedo llorar tanto rato seguido).
Concretamente, el día en que la música murió fue el martes 3 de febrero de 1959but February made me shiver wth every paper I deliver día en que los grandes mitos del rock and roll Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper perdieron la vida en un accidente de aviaciónbad news on the doorstep durante la gira conjunta Winter Dance Party que estaban haciendo por entonces. La avioneta de cuatro plazas en el que viajaban se estrelló en un campo de maíz en Iowa eight miles high and falling fast, it landed foul on the grass tras haber decidido alquilarla para poder llegar más temprano a la ciudad de su siguiente actuación y poder descansar antes del concierto. Estaban hasta las narices del frío que estaban pasando en todas partes y de empezar a enfermar, de la calefacción estropeada del autobús, de las condiciones precarias de la gira. Holly tenía su asiento asegurado por ser el impulsor de la idea y la gran estrella de la gira; Valens tuvo "la suerte" de ganarle a Tommy Allsup su plaza a cara o cruz; y Bopper. por estar con gripe, le cambió su puesto al batería Waylon Jennings. Cuando Buddy Holly se enteró de que Jennings no iba, le dijo "Pues ojalá tu viejo autobús se congele", broma a la que Waylon respondió con "Pues ojalá que tu avión se estrelle".
Este accidente dejó al nuevo y revolucionario Rock And Roll sin tres de sus más destacados referentes we were all in one place, a generation lost in space y el mundo se quedó un poquito más oscuro I saw Satan laughing with delight the day the music died mientras muchos jóvenes de la época perdían a sus ídolos and the three men I admire most -the Father, the Son and the Holy Ghost- caught the last train for the coast.

En 1971, el compositor y músico Don McLean escribió su maravillosa canción American Pie y, aunque el mismo cantante prefirió guardarse su interpretación personal, es unánimamente considerada como el mejor homenaje musical a las tres estrellas y su tragedia.

I can't remember if I cried when I read about his widow bridebut something touches me deep insidethe day the music died.

Los ganadores de la semana han sido el rapidísimo @Edu_ud y las imcombustibles @sambellacrux y @khiranamislati. Long live rock n' roll!

domingo, 9 de marzo de 2014

#Culturiosidad23

¿Sobre qué está de pie la figura del caballero de la estatuilla del premio Oscar y qué simboliza?

Estos son días de Oscar. No importa qué esté pasando en el mundo, vamos a tener Oscars, Oscars everywhere. Abren el telediario con los Oscars, lo cierran con los Oscars, volverán a poner las películas de los Oscars, estudiaremos los vestidos y los trajes de los Oscars, los discursos, las fiestas y el cigarrito de después de los Oscars... pero, ¿qué pasa con el propio Oscar en sí? ¿Por qué no nos fijamos en él?
Ahí está él, un caballero desnudo con un tipazo que no aparenta los casi cuatro kilos que pesa, enchapado en oro y sujentándose con las manos la espada. Me refiero a una espada de verdad, panda de pervertidos malpensados. Esta aguerrida figura de 34 cm de longitud (¡so guarros, la estatuilla, no la... espada!) aguarda encima de un rollo de película de cinco radios, cada uno de los cuales simboliza una de las ramas originales de la Academia: actores, guionistas, productores, directores y técnicos, tal como fue diseñada en 1928 por el director de arte de la Metro-Goldwyn-Meyer, Cedric Gibbons, y no ha sido modificada desde entonces, salvo un detalle de la en la base.
Así que ya sabéis, cuando recibáis el vuestro, sobre qué descansa el erguido cuerpo de vuestro Oscar.

Repiten galardón @sambellacrux con respuesta al completo y @khiranamislati. ¡Oscar a las mejores participantes de #culturiosidad! @laratamarilla esta vez ha sido participante de reparto, pero le queremos igual.