lunes, 23 de diciembre de 2013

#09: Cómo escaquearte de la cena de Nochebuena

En realidad, todos lo estamos deseando.


Sé que en el anterior post dije que me gustaba la Navidad, y es cierto. Me gustan las luces, me gustan los regalos, me gusta que mis amigos me abracen más de lo habitual. Me gusta el clima love-is-in-the-air que se monta. Pero no me gusta nada Noche¿buena? Se masca la tragedia desde días antes, la guerra por las gambas puede acabar peor que una tragedia de Shakespeare, terminar de cenar muy pronto y que la noche sea muy larga... Yo estoy deseando que pase y lo más rápido posible. Pero mientras se acerca el inevitable momento, he ido ideando astutos planes para ver si me puedo escapar y los voy a compartir con vosotros porque este blog cumple una LABOR SOCIAL que a veces os pasa desaparcibida entre las muchas y muy altas carcajadas. Espero que os sirva alguno de ellos y estoy abierta a sugerencias. Estamos juntos en esto, ¿VALE?


  1. Huir: Es lo primero que se me ocurre. Huir lejos, sin mirar atrás. Coger carretera y manta y desaparecer, unas horas antes de que empiece el jaleo pre-cena. Apaga el móvil, entra en un bar oscuro de mala muerte y cuéntale tus penas a un tatuado camarero llamado Mike, ex-miembro de los Ángeles del Infierno. Pero mi familia se va a preocupar... Ya, pero sólo al principio. Con la jarana que se va a liar en la cocina de tu casa (o casa de tus tíos o de tus abuelos), llegado el momento estarán más preocupados por saber dónde están los panecillos para los canapés que tú. Aprovecha, lanza una bomba de humo y desaparece. Puedes reaparecer el día 25, como un mesías, para gran alboroto y regocijo de tus prójimos.
  2. Comete un delito: Si no puedes estar fuera por medios propios, haz que otros te mantengan alejados de casa. No tiene que ser un delito grave (por ésos nadie pisa el trullo en este país; sí, he dicho trullo porque yo también fui miembra de los Ángeles del Infierno), busca algo que no te vaya a causar muchos remordimientos en el futuro pero te asegure pasar una agradable velada en el calabozo: corre desnudo por la calle gritando que Ramoncín saca disco nuevo, haz una coreografía desde el decorado de Cortilandia, insulta a un policNO, NO, ESTO NO, que se ha puesto muy caro el kilo de insulto... En cualquier caso, asesórate antes, no vaya a ser que por tu acción delictiva simplemente te pongan una multa y, además de tener que ir a la cena de Nochebuena, encima lo hagas con 100 euros menos, por idiota.
  3. Sé ateo, pero ateo radical: Está claro que en estos tiempos celebrar la Navidad no significa ser cristiano practicante, ni creyente, ni siquiera creer que los ángeles desayunan Philadelphia. Sencillamente, es tradición, con independencia de su origen religioso. Pero este año, si quieres librarte de la cena de Nochebuena, vas a tener que sacar al ateo que llevas dentro a la batalla. Dí a tu familia que te están ofendiendo imponiéndote ritos religiosos, que coartan tu libertad de pensamiento. Dí que están atentando contra tus más profundas creencias. Llora. HAZTE CANTAUTOR (aquí habrá que valorar si realmente merece la pena el sacrificio...). Pero cuidado: a ver si con la emoción de la protesta te vas a flipar y vas a ponerte en huelga de hambre. Una cosa es que no asistas a la cena y otra que te autocastigues sin comer todas las delicias que van a servir en ella, aunque sea a modo de riquísimas sobras frías.
  4. Trabaja: Siempre habrá algún infeliz puteado porque le toca trabajar JUSTO para la gran cena nochebuenera con su familia. SÉ SU PAPÁ NOEL, cámbiale el turno. No le demuestres la alegría con la que lo haces, así en el futuro te deberá un favor MUY GORDO y, como aprendimos de los Corleone, que te deban un favor puede ser muy útil. Además, casi cualquier trabajo está más tranquilo en Nochebuena. A no ser que seas policía y tengas que pasarte la noche persiguiendo gilipollas que van corriendo desnudos por la calle gritando no sé qué de Ramoncín.
  5. Dí que eres un agente 00: 007 no, que se notaría que mientes. Busca algo más verosímil. No te aconsejo 005 si quieres evitar a tu cuñao haciendo la rima. Personalmente, yo me decantaría por 008, me gusta la redondez que tiene. Acércate misteriosamente a un familiar cuando esté separado del resto de la manada y susúrrale que acaba de surgirte una misión y tienes que irte inmediatamente. Si intenta indagar más allá, le chistas en voz baja y le dices de forma enigmática "Clasificado". Y te largas. Licencia para pasar una noche buena, de verdad. No puede fallar.
  6. Alcohol, mucho alcohol, muchísimo alcohol: Sí, por lo que sea, alguno de los brillantes planes de arriba no da resultado (quién sabe, hasta el mejor agente del MI6 puede tener sus fallos...), intenta sobrellevar la cena lo mejor posible. Y eso siempre se consigue con ingentes cantidades de alcohol in the body (pero luego no conduzcáis, ¿EH?). Empieza con el vino blanco del aperitivo, sigue con el rosado o el tinto de la cena, no lo dudes con el champán o el cava de los brindis y, si tienes la oportunidad, no te prives con los chupitos y empieza pronto con los cubatas. Que el 25 cuando te despiertes la cena de Nochebuena no sea más que un sueño de Resines.
Así que, si no hay más remedio, si tenéis que aguantar las preguntitas sobre vuestra vida, las discusiones sobre política, los chistes malos, las peleas sobre el estado de la cena, etc, sólo os deseo que lo paséis muy, pero que muy bien. Y recordad, muy importante: en Nochebuena, DÍ NO A LA PIÑA.

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